La cooperativa de vivienda tiene un objetivo común: adquirir una vivienda en las mejores condiciones posibles tanto de calidad como de precio. Es una de las grandes ventajas de adquirir una vivienda a través de este método. A continuación, te detallamos todos los elmentos que permiten que tu vivienda sea más económica por adquirirla a través de una Cooperativa de vivienda:
Es el principal ahorro en la vivienda en cooperativa.
Este ahorro inicial supone un 20% de ahorro del precio final de la vivienda, que sería el margen del promotor. Sin duda, un ahorro más que notable.
La cooperativa de viviendas es un régimen de autopromoción que permite a sus socios obtener una vivienda a estricto precio de coste con la activa participación del socio en el diseño y desarrollo de la promoción. Es decir, los socios cooperativistas se convierten en copromotores.
Este ahorro inicial supone un 20% de ahorro del precio final de la vivienda, que sería el margen del promotor. Sin duda, un ahorro más que notable.
La cooperativa de viviendas es un régimen de autopromoción que permite a sus socios obtener una vivienda a estricto precio de coste con la activa participación del socio en el diseño y desarrollo de la promoción. Es decir, los socios cooperativistas se convierten en copromotores.
Una vez iniciada la comercialización de la promoción en régimen de cooperativa, los socios cooperativistas entregan a la Gestora de la Cooperativa unas cantidades a cuenta que van destinadas a iniciar la construcción de las viviendas, una vez concedida la licencia de obra mayor. Es lo que comunmente se conoce como «la entrada de la vivienda», que suele oscilar entre un 20% o 25% de su precio total.
Se trata de un método excelente para que el socio cooperativista pueda ahorrar mensualmente una cantidad de dinero con la que, desde el minuto cero, ya está pagando su futura vivienda. Además, permite abonar el precio de la entrada de la vivienda en cómodas mensualidades durante el tiempo que dura su construcción, que suele tardar aproximadamente 2 años. De esta forma, no tendrá que tirar de ahorros y podrá mantener su colchón económico.
Se trata de un método excelente para que el socio cooperativista pueda ahorrar mensualmente una cantidad de dinero con la que, desde el minuto cero, ya está pagando su futura vivienda. Además, permite abonar el precio de la entrada de la vivienda en cómodas mensualidades durante el tiempo que dura su construcción, que suele tardar aproximadamente 2 años. De esta forma, no tendrá que tirar de ahorros y podrá mantener su colchón económico.
En el momento en el que el proyecto de construcción de viviendas en régimen de cooperativa ha superado el umbral del 75% / 80% de la comercialización de las viviendas, depende de las condiciones impuestas por cada entidad financiera, y se ha concedido la licencia de obra mayor por parte del ayuntamiento correspondiente, la gestora de viviendas solicita un préstamo promotor a la entidad financiera escogida.
El préstamo promotor es fundamental para que la construcción de las viviendas llegue a buen puerto. Gracias a las aportaciones a cuenta de los socios cooperativistas y de las mensualidades que van abonando durante la fase de construcción de las viviendas, el montante económico necesario para asegurar la construcción de las viviendas en el plazo convenido es inferior.
Al solicitarse un préstamo hipotecario de una cuantía menor, el pago de intereses también será inferior. Otro motivo de ahorro.
El préstamo promotor es fundamental para que la construcción de las viviendas llegue a buen puerto. Gracias a las aportaciones a cuenta de los socios cooperativistas y de las mensualidades que van abonando durante la fase de construcción de las viviendas, el montante económico necesario para asegurar la construcción de las viviendas en el plazo convenido es inferior.
Al solicitarse un préstamo hipotecario de una cuantía menor, el pago de intereses también será inferior. Otro motivo de ahorro.
Una vez que se te haya entregado tu vivienda en régimen de cooperativa, ya habrás pagado entre el 20% y el 25% de la misma durante su construcción.
A partir de este momento, tendrás varias opciones:
– Pagar la cantidad restante a “tocateja”,
– Subrogarte en la hipoteca con la entidad financiera con la que la gestora de la cooperativa ha negociado las mejores condiciones, o
– Solicitar tú una hipoteca en otra entidad financiera a tu elección.
En el caso de que tengas que recurrir a una hipoteca para pagar tu casa, en ningún momento será por el 100% del precio final de la vivienda. Recuerda que ya te has quitado de encima un 20% o 25%.
Incluso, en muchas ocasiones, el socio cooperativista prefiere amortizar un montante importante de la cantidad pendiente antes de subrogarse en la hipoteca. De esta manera, tanto el tiempo de amortización de la hipoteca como los intereses derivados de la misma, son inferiores.
A partir de este momento, tendrás varias opciones:
– Pagar la cantidad restante a “tocateja”,
– Subrogarte en la hipoteca con la entidad financiera con la que la gestora de la cooperativa ha negociado las mejores condiciones, o
– Solicitar tú una hipoteca en otra entidad financiera a tu elección.
En el caso de que tengas que recurrir a una hipoteca para pagar tu casa, en ningún momento será por el 100% del precio final de la vivienda. Recuerda que ya te has quitado de encima un 20% o 25%.
Incluso, en muchas ocasiones, el socio cooperativista prefiere amortizar un montante importante de la cantidad pendiente antes de subrogarse en la hipoteca. De esta manera, tanto el tiempo de amortización de la hipoteca como los intereses derivados de la misma, son inferiores.